
Tenía cerca de 8 años cuando pasaba mis ratos de ocio tratando de descifrar cómo hacer un helicóptero con materiales que tuviera en la casa: un motor de lavadora, una silla, un aspa de ventilador, una extensión y una correa que me ayudara a amarrarme a la silla, por aquello de la seguridad, ante todo. Busqué a mi tío favorito, técnico empírico y autodidacta, para que me ayudara a hacer funcionar mi proyecto. Poco después comprendí que no se podía llevar a cabo, pero no por falta de determinación, sino por falta de conocimiento técnico.
13 años más tarde, como parte de los requisitos de mi carrera, diseñé una torre de deshidratación de gas natural a escala de laboratorio, con ayuda de mi papá y de un equipo espectacular, la fabricamos y donamos a la universidad donde estudiaba. Esto fue el resultado de combinar la determinación con los conocimientos. Meses después recibí mi título en ingeniería de petróleo.
Entonces llegó el momento de la inserción laboral y mucha gente me había dicho que “el trabajo no se parece en nada a la universidad” o que “ahora si iba a entrar a la vida real del adulto”.
Siempre agradezco la calidez de mi familia, porque estoy segura que su comprensión, amor, apoyo y estímulo, marcaron y siguen marcando mi vida positivamente, así como el hecho de que creen en mí incluso más de lo que yo solía creer; pero la verdad es que nadie me dijo como hacer esta transición hacia el mundo laboral de la forma más exitosa posible y la razón es muy sencilla: Creo que nadie lo sabe porque es un proceso individual que se construye bloque por bloque.
Mientras surfeaba las olas de tres metros que representa un nuevo empleo en una empresa transnacional, pude comprobar esto que te quiero compartir:
- Hay que atreverse, aun cuando tengas miedo. Del otro lado de la montaña, casi siempre encuentras lo que necesitabas, aunque no lo estuvieras buscando.
- Me di cuenta de que no bastaba con combinar determinación y conocimientos, si quería lograr hacerlo de manera deliberada y enfocada, necesitaba entrenar una mentalidad adecuada.
- La sociedad te vende el éxito como un punto al que llegas y no como una sensación con la cual debes transitar el camino; es lo que te ayudará tanto en las subidas como en las bajadas.
- Hay que redefinir el éxito, porque no es lo mismo para todos. Es un trabajo interno que tenemos que hacer.
- No todos toleramos bien los cambios y nos cuesta adaptarnos a ellos. Si notas que es un área de mejora en ti, no te resistas, fluye y como dice el famoso slogan just do it (simplemente hazlo).
Con el paso del tiempo, con mis experiencias laborales y el desarrollo de ciertos acontecimientos en mi vida, fui entendiendo que a la ingeniería le faltaba humanidad y que a la humanidad le faltaba ingeniería. Había descubierto que mis conocimientos de ingeniería no se limitaban a lo técnico sino a la ventaja de haber desarrollado el pensamiento abstracto+ y con éste la capacidad de redefinir mi mentalidad.
Fue entonces cuando tomé la decisión de estudiar la rama humanística: orientación, programación neurolingüística y coaching, pues tengo la certeza de que puedes tener conocimientos, puedes tener determinación, puedes tener motivación, pero la gasolina que te mantiene rodando es la MENTALIDAD, y esto aplica para cualquier carrera, profesión u ocupación en la vida.
Puedes ser un excelente matemático, médico o deportista, pero sin la mentalidad adecuada, las subidas se verán mas empinadas y las bajadas podrían ser más profundas.
¿La buena noticia? La mentalidad la puedes moldear como una arcilla, tus creencias, la forma en la que piensas y te hablas a ti mismo(a) y todos aquellos hábitos que te hacen “ser tu”, determinan tus días, tus proyectos, el cómo los abordas y como te proyectas, y todos estos factores son modelables, reemplazables y ejercitables.
Bien lo dice Tony Robbins: “…cualquier patrón que es continuamente reforzado, se convertirá en una respuesta automática y condicionada”.
La mentalidad del ingeniero debe estar enfocada a buscar soluciones, pero te aseguro, que tu ingenio se pone a prueba cuando tiene que luchar contra un sistema de creencias limitantes que te sabotean y, por el contrario, se ve empoderado cuando ese sistema está lleno de creencias que te empoderan, que te recuerdan tu grandeza y que te sostienen. Se puede hackear el sistema de creencias, reprogramar y reencuadrar si es necesario. Combinar la determinación, los conocimientos y la mentalidad adecuada, es la fórmula casi perfecta.
Lo que diferencia a los personajes exitosos en la vida, es su mentalidad. No son extraterrestres, no están superdotados o tienen una genética privilegiada (salvo algunas excepciones), pero han desarrollado y ejercitado lo suficiente, una mentalidad de ganador.
No pretendo darte recetas ni frases de motivación, demás está decir que a no a todos les funciona; pero sí asomarte la idea de que sigas trabajando en ti mismo(a). ¿Quieres dar resultados? O ¿quieres mejorar tus resultados actuales?, tal vez ¿quieres saber cómo hacer la transición al intimidante mundo laboral? Puedes hacerlo por tu propia cuenta, pero mi recomendación es que busques un coach, porque el acompañamiento y la guía es crucial en este tipo de procesos, para que crees con tus propias manos, esa mentalidad de ganador(a). Haz lo que tengas que hacer, pero hazlo. El momento ideal siempre es ahora.
Y como alguien me dijo alguna vez: No somos un trabajo terminado, somos una masa moldeable que podemos mejorar todos los días.
+El pensamiento abstracto es una facultad del ser humano que posibilita la creación de ideas, imaginar sucesos, planificar soluciones y proyectarse al futuro.
Aura V. Inciarte A.
MSc. Petroleum Engineering | Certified Life Coach | NLP Practitioner
Director at +PLUSING Academy
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